- Tlaxcala
La austeridad del gobierno de Mariano parece no ser pareja para el “tejido social roto”, incluso para los mismo trabajadores del gobierno estatal, ya que mientras un odontólogo, medico, o un representante de recursos humanos perciben poco más de 4 mil pesos, tan sólo en una noche de hotel en el Distrito Federal la presidenta honorifica, Mariana González Foullon y la directora del DIF, Liliana Lezama Carrasco gastan casi 8 mil pesos del erario público.
La página de transparencia del DIF estatal muestra que el 18 de marzo de este año tanto la presidenta honorifica como la directora general acudieron al Distrito federal para asistir a la primera reunión de titulares de los sistemas estatal DIF, marcando como salida el 18 de marzo y el regreso el 19 de marzo.
Dentro de las erogaciones que presenta el portal de transparencia indica que en el concepto de viáticos en el sub apartado de hospedaje, la presidenta honorifica tuvo un gasto por una noche de 3 mil 223.71 pesos y la directora general adoptó una habitación cuyo costo fue de 4 mil 681.46 pesos, dinero salido del erario del “tejido social roto”.
La hija del gobernador no muestra que haya ejercido algún otro tipo de gasto con cargo al erario público, por lo menos que se encuentre dentro del portal de transparencia, en cambio la directora general muestra que por peajes gastó 902 pesos, siendo que la SCT a través de una aplicación determina que los gastos por el uso de autopistas es de 159 pesos, por lo que en un viaje redondo el recurso para el uso de estas vías de comunicación sería de 318 pesos y no de 902 pesos.
Además de estos conceptos, la directora general adjuntó gastos por 483.53 pesos por alimentos, algo que no hizo la presidenta honorifica, sumando entre ambas una erogación de los impuestos de los tlaxcaltecas por 9 mil 290.7 pesos, tan sólo por dos días de actividades de ambas funcionarias, gastando el equivalente a más de 2 veces lo que gana en un mes un representante de recursos humanos en el gobierno del Mariano.
Estos despilfarros muestran la insensibilidad dentro de una dependencia que es la que mayor acercamiento social tiene con la gente, evidenciando que la entrega de desayunos fríos incompletos sólo es un eslabón dentro de las irregularidades que se conocen y que Mariano guarda silencio.