- Chiautempan
Después de haber sido privados de su libertad por más de 5 horas, torturados y vejados en sus derechos, una familia tuvo que pagar dos mil pesos por las agresiones que policías municipales de Chiautempan les propinaron y a pesar de que fueron obligados a exoneran a los golpeadores, presentan denuncia ante la CEDH y la PGJE y además responsabilizan al Ayuntamiento de cualquier acción intimidatoria.
Se trata de Gabriel Tlacotzi Tamalatzi y Bertha Zempoalteca Grande, quienes la tarde del martes 26 de mayo fueron agredidos por policías municipales por “el grave delito” de estacionar el vehículo en que viajaban frente a la tienda Coppel situada en la calle Manuel Saldaña.
La pareja de comerciantes originarios del municipio de Chiautempan, dieron cuenta de los abusos sufridos; “lamentablemente si me torturaron, tengo lesiones en las costillas, en las rodillas, inflamación en las piernas, también en la cabeza, me lastimaron un ojo y todo el cuerpo me duele por la golpiza que me dieron los policías”.
En la entrevista que Gabriel Tlacotzi ofrece a este reportero, detalló que después de haber estado incomunicado por varias horas en los separos de la policía municipal y junto con su esposa fueron esposados al interior del inmueble de la policía para ser agredidos física y verbalmente, además de que le fue negada información a sus familiares.
Tras ser liberados al filo de la media noche del pasado martes, al llegar a su domicilio tuvieron que llamar al número de emergencias 066 para que una ambulancia le prestara el auxilio médico ya que junto con su esposa recibieron la ayuda de la benemérita en su domicilio que se ubica en el barrio de Tepetlapa ya que por las lesiones; “nos sentíamos mal por toda la golpiza que nos dieron los policías”.
Para el caso de su esposa Bertha Zempoalteca Grande, dijo que se encuentra lastimada en el labio en la espalda el rostro y otras partes del cuerpo, por la golpiza que varias mujeres policías le propinaron.
Y es que después de la brutal golpiza, Gabriel Tlacotzi no sabe cómo hacerle para sufragar los gastos médicos y medicamentos ya que su fuente de ingreso es el comercio, y la pareja se encuentra imposibilitada para trabajar; “no sabemos que vamos a hacer vivimos del comercio hay que hacer estudios médicos, medicinas y lo que se necesite”.
Por lo anterior, dijo que ya presentaron su denuncia ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Tlaxcala (CEDH) para que intervenga y sancione a los funcionarios por haberse excedido en sus funciones y haber sido torturado junto con su esposa en una oficina pública.
Además, presentó su denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) por diversas agravantes, en la que detalló los vergonzosos actos violentos que los policías municipales protagonizaron; “que se haga justicia ahorita fuimos nosotros…la policía esta para salvaguardar la integridad de los ciudadanos no para agredirnos”.
Sin embargo, Tlacotzi Tamalatzi manifestó su temor de poder sufrir represalias de la administración de Antonio Mendoza Romero, ya que la tarde del miércoles al acudir a la PGJE a presentar su denuncia, varios policías de Chiautempan llegaron a la dependencia estatal como medida intimidatoria.
En consecuencia, responsabilizó indirectamente al alcalde por ser el jefe de todos los empleados de la comuna así como al director de la Policía Municipal de Chiautempan, de sufrir alguna agresión o acción intimidatoria ya que su trabajo lo realiza en la calle, por lo que no descartó una nueva agresión en su contra por parte de los uniformados; “nos debemos de cuidar más de los policías que los delincuentes”.
Cabe recordar que la pareja arriba citada fue detenida por negarse a ser infraccionados, lo cual provocó la ira de los uniformados quienes arremetieron en contra de la pareja en la vía pública y al interior de la comandancia en donde por cierto fueron golpeados a discreción ya que cerraron la puerta del inmueble.
Tras haber sido privados de su libertad por un espacio mayor a las cinco horas además, tuvieron que pagar dos mil pesos de fianza para obtener su libertad y quedó pendiente el pago de la infracción debido a que le retiraron la placa delantera del automóvil en que viajaban; "hasta las 12 de la noche nos soltaron”,.
Luego de haber sido los agredidos, fueron obligados a firmar documentos en los que les revirtieron los hechos; “antes de que nos soltaran nos dijeron que firmara unos documentos donde ellos nos otorgaban el perdón, porque ya los agredidos eran ellos…insultamos a la autoridad, nos acusaron de robo y de amenazas de muerte…los ofendidos fueron ellos cuando los agredidos fuimos nosotros".
Finalmente, dijo que habrá de buscar las instancias necesarias para que esa agresión no quede en el olvido y que los servidores públicos sean sancionados por el abuso de autoridad en el que incurrieron y por las agresiones sufridas debido a que fue torturado y privado de su libertad sin responsabilidad aparente.