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  • Martín Rodríguez Hernández
El Gobierno debió haberme matado, pero se descuidó y ya no pudo callarme. Los migrantes buscan una “Patria Universal”, debemos vernos como una familia humana.

Alejandro Solalinde Guerra es un sacerdote como pocos, su estilo inquieto e intolerante a la desigualdad en la que viven miles de migrantes le hizo tomar esta causa como propia, incluso abriendo el albergue “Hermanos en el Camino” ubicado en el estado de Oaxaca, recorriendo el país y denunciando las arbitrariedades y abusos de los que son objeto los hombres sin patria… toda ésta labor es la que hoy lo pone en la antesala al Premio Nobel de la Paz 2017.

Éste personaje que ha sido reiteradamente amenazado de muerte por líderes políticos y sociales retornó a Tlaxcala después de dos años, pues fue en el 2014 cuando, motivado por los centroamericanos que habían perdido una extremidad o la vida al chocar en su ascenso o descenso de “La Bestia”, contra los durmientes colocados de manera vertical en Apizaco, pidió al senado su interlocución ante FERROSUR para retirar esas navajas de concreto. Sin embargo la indolencia de la autoridad fue la respuesta.

En este 2017 al arribar al estado para dictar la conferencia magistral, “Migración-Trump 2018”, el hombre que el pasado 31 de octubre del 2016 marcara a Chiapas como guarida de Javier Duarte -ex gobernador de Veracruz-, volvió a tierras tlaxcaltecas para señalar en la izquierda la única posibilidad de rescatar al país de temas migratorios y otros que lesionan a los mexicanos.

Es más, reconoció en Cuauhtémoc Cárdenas al personaje que a través de su plataforma “Por México Hoy” logrará conjuntar diversas fuerzas políticas, agrupaciones sociales y a la sociedad civil para conformar un frente que rescate al país de los gobiernos nefastos que han dejado el Partido Acción Nacional y el Revolucionario Institucional con Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, respectivamente.

“El rumbo es el camino institucional, el de los votos;  El PAN ya tuvo doce años, para qué quiere otro más si fue un fracaso, permitió que el PRI volviera, la corrupción creció, llevo a las calles al ejército(…) ahora el único que nos falta probar, bueno o malo no lo sé, pero es MORENA y es AMLO. Es en este momento el único que garantiza el cambio”.

Finalmente el sacerdote postulado por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) al “Premio Nobel de la Paz 2017” adelantó que la convocatoria ya existe por ambas partes, y afirmó que pronto se tendrá esa reunión que, de confirmarse, “será una muy buena noticia para México”, señaló.