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Aún cuando existieron serías acusaciones de haber utilizado la dirección de Recursos Humanos de la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (USET) como un harem e incluso supuestas denuncias por fraude que no habrían prosperado por apoyo del gobierno marianista, Armando Hernández Ramírez se registró como aspirante a la candidatura a la diputación local en el distrito VIII por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El ex funcionario del gobierno de Mariano González Zarur se inscribió para contender por el distrito que comprende los municipios de Amaxac, Apetatitlán, Contla y Santa Cruz; haciéndose acompañar de simpatizantes que acudieron al Comité Directivo Estatal (CDE) para su registro.
Armando Hernández difundió su registro en un medios de comunicación en donde presumió ser competitivo y honorable a pesar de las diversas acusaciones de presunto fraude en las que se vieron embarrados varios ex funcionarios de la administración marianista.
Cabe señalar que incluso hubo denuncias por venta de plazas por parte de un engranaje de corrupción dentro del que se encontraría el amaxaquense, por lo que incluso la administración marianista habría intervenido para que el escándalo no alcanzara otras dimensiones y frenar más de 50 denuncias de personas que habrían otorgado dinero a cambio de una plaza en el sector educativo.
De ser una persona humilde, el patrimonio del marianista creció de forma opulenta según señalan sus propios vecinos, además de que en su momento el aspirante a diputado fue señalado por sus ex compañeros de la USET de utilizar la dirección de Recursos Humanos para tener acceso a mujeres jóvenes y con necesidad de un espacio laboral.