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Tuvieron que pasar 42 días desde que iniciaran las campañas para los diferentes puestos de elección popular federal para que se pusieran los guantes las candidatas que representan la coalición que encabeza el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Minerva Hernández Ramos y Anabel Alvarado Varela, quienes ya repartieron metralla entre ellas con boletines enviados desde sus respectivos bunker´s.
Minerva Hernández fue la primera en soltar un golpe a los candidatos del PRI al acusarlos de ser los responsables de que algunos de los principales delitos hayan crecido durante su paso por la titularidad de la Secretaría de Gobernación (Segob), ya que con datos en mano los increpó tanto a Anabel Alvarado como a Florentino Domínguez Ordoñez.
La hija consentida de Mariano González Zarur y candidata del PRI al Senado, no tardó en ponerse los guantes para responder a las acusaciones de la ex candidata al gobierno del estado al referir que son declaraciones desafortunadas propiciadas por su lejanía de la entidad, en alusión a que la neopanista es diputada federal plurinominal con licencia por el Estado de México y no por Tlaxcala.
A diferencia de la lucha por tener el segundo lugar entre los candidatos presidenciales, la pelea por la segunda posición al Senado entre PRI y PAN comenzó tarde, declaraciones entre quienes pretenden hacerse de la primera minoría ante el inminente triunfo del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en el estado.
Minerva Hernández al posicionarse en el tercer lugar se ha visto en la necesidad de golpetear a los candidatos del PRI, tal y como sucedió con las propuestas como la 7 de 7 que fueron ignoradas y pasaron desapercibidas en su afán de protagonismo; al igual que el antidoping que propuso para tratar de evidenciar a alguien y simplemente no le funcionó, quiso un debate y la batearon.
Las dos candidatas a llegar de “panzazo” al Senado de la República son las únicas que se han enfrascado en una guerra de declaraciones que comienzan a calentar la contienda debido a la cercanía del día de la votación y de lo cerrado de su lucha para lograr el segundo lugar y en consecuencia un lugar en la Cámara Alta.
La abanderada del PRI a la diputación federal por el tercer distrito, Sandra Corona Padilla también ha soltado metralla en algunas entrevistas y reuniones en contra de la candidata de MORENA, Lorena Cuéllar Cisneros, sin embargo, la abismal diferencia que ya estarían superando los 40 puntos en las preferencias electorales entre una y otra no ha sido motivo de que la morenista conteste a su adversaria.
De manera escueta también el candidato a la diputación federal por el primer distrito, José de la Luz Sosa Salinas (Pepeluche) ha hecho algún posicionamiento en relación a las aspiraciones de Mariano González Aguirre (el Marianito).