• Educación
  • Pedro Sierra
La intención de Demetrio Rivas es imponer a José Juan Pedraza en su lugar al frente de la sección 31

Ante la desesperación de no contar con el respaldo popular de los agremiados a la sección 31 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el aún dirigente Demetrio Rivas Corona está armando un presunto fraude para imponer a José Juan Pedraza Ramírez en su lugar y quitar la verdadera representación a los docentes y trabajadores del sistema educativo en Tlaxcala.

A través de la red social What´sapp, Rivas Corona habría solicitado a todo el personal que labora en centros educativos y oficinas de la dependencia educativa, abandonar sus labores para supuestamente realizar una jornada de información donde se den a conocer los resolutivos del VI Pleno Seccional Extraordinario, así como el análisis de la convocatoria para la elección de la Directiva Seccional Sindical.

Esto luego de que hubiera un rompimiento de las practicas entre los dos principales grupos que disputan la dirigencia de la sección 31, derivado de que el actual líder pretende imponer a su amiguito tal y como se ha venido haciendo en este sindicato hasta antes de la llegada de la 4T al poder federal.

Con la intención de incurrir en las mismas prácticas que desprestigiaron a este sindicato, Rivas Corona y compañía utilizan su poder para solicitar a los agremiados a que acudan a las oficinas sindicales y hagan la parafernalia acostumbrada con la intención de que no haya una verdadera representación en el sindicato más grande del estado.

Esta situación que promueve Rivas Corona aprovechando su posición para favorecer a Pedraza Ramírez, incluso son prácticas que no se encuentran marcadas dentro de los estatutos del sindicato, por lo que es clara el objetivo de querer frenar a su contraparte que es quién representa la mayoría de la clase trabajadora.

Docentes que pertenecen a este sindicato, lamentaron la actitud adoptada por la aún dirigencia de la sección 31 e hicieron un llamado a que se deje elegir libremente a sus representantes y dejen las viejas prácticas que se enraizaron al amparo del tiempo en el que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) era el partido- estado.

Debido a esta situación, Rivas Corona podría enfrentar consecuencias inesperadas en los nuevos tiempos de la 4T, ya que ante la caída del viejo sistema y con la llegada de un gobierno federal abiertamente en favor de la transparencia en los sindicatos, la cerrazón está condenada a ser un mal recuerdo.

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