- Zacatelco
Una nueva agresión violenta sacudió este fin de semana al municipio de Zacatelco, donde un joven fue brutalmente golpeado y despojado de su motocicleta por sujetos encapuchados, en las inmediaciones de la colonia Nextlalpan. El hecho, además de alarmar a vecinos de la zona, reaviva las críticas por la evidente falta de estrategia y control en materia de seguridad pública por parte del gobierno municipal, encabezado por el alcalde José Acatzi Luna, quien ha mostrado poca o nula reacción frente al incremento delictivo en su municipio.
El hecho ocurrió sobre la Avenida Tlaxcala, colonia Nextlalpan, a escasos metros de una secundaria y del negocio "Mi Bodeguita", lugar donde vecinos reportaron que dos sujetos a bordo de una motocicleta, con pasamontañas, golpearon violentamente a un joven para despojarlo de su unidad.
Testigos relataron que la víctima quedó tirada en plena vía pública, inconsciente o sin movimiento, mientras los agresores huían a bordo de dos motocicletas, una de las cuales presuntamente era propiedad del joven agredido. Al lugar se solicitó el apoyo de una ambulancia y de una patrulla, sin embargo, la atención fue tardía y la presencia policial, insuficiente.
Este hecho no es aislado. En las últimas semanas, Zacatelco ha sido escenario de robos, agresiones, intentos de asalto y reportes de violencia familiar, sin que se vea un esfuerzo real por parte del presidente municipal José Acatzi Luna para revertir la crisis de seguridad.
No hay patrullajes preventivos, no existen botones de pánico, ni se ha implementado una estrategia de vigilancia en puntos críticos como escuelas, comercios y colonias con alta incidencia delictiva. La administración se ha limitado a discursos sin resultados, mientras la población vive con miedo y desamparo.
Vecinos de la zona exigieron mayor presencia policial y acciones contundentes contra los responsables, pero también expresaron su hartazgo ante la pasividad del gobierno municipal, que hasta ahora no ha hecho frente al creciente clima de inseguridad que azota a Zacatelco.
Cada día que pasa sin respuesta es una invitación abierta a que delincuentes sigan operando impunemente, aprovechando la ausencia de autoridad y el debilitamiento institucional.
Zacatelco merece un gobierno que proteja, no uno que observe desde la oficina mientras sus ciudadanos son golpeados y despojados de sus bienes en plena calle.