• Educación
  • Adolfo Tenahua Ramos
Las críticas no son nuevas. Varias voces del sector educativo han señalado que Alonso Trujillo llegó al cargo no por méritos académicos ni trayectoria profesional, sino por acuerdos políticos y compadrazgos.

La ceremonia de graduación del Colegio de Bachilleres de Tlaxcala (COBAT) Plantel 01, terminó en un caos total, con gritos, reclamos y abucheos dirigidos al Director General del subsistema, Alonso Trujillo Domínguez, también conocido como “El Chómpiras”, quien fue duramente criticado por su ineficiencia y falta de sensibilidad como funcionario.

Desde temprana hora, padres de familia inconformes exigían ingresar al gimnasio del plantel, donde se llevaría a cabo el evento, luego de que la propia invitación a la ceremonia de graduación asegurara que todos podrían asistir. Sin embargo, al llegar al lugar, se encontraron con puertas cerradas, desorganización absoluta y cero explicaciones claras por parte de las autoridades.

“¡Nos mintieron!”, gritaban madres y padres visiblemente molestos al no poder acompañar a sus hijas e hijos en uno de los momentos más importantes de su vida académica.

La presencia de Trujillo Domínguez solo empeoró los ánimos. A su arribo, fue recibido entre abucheos, rechiflas y gritos de desaprobación, reflejo del creciente descontento por su gestión al frente del COBAT. 

Los padres de familia mostraron su molestia y frustración por el pésimo desempeño del funcionario que se ha dedicado a saquear y perjudicar a ese sistema educativo.
Docentes, personal administrativo y hasta alumnos han manifestado, en distintas ocasiones, su hartazgo ante las decisiones erráticas, la falta de apoyo institucional y el deterioro general en la operatividad del sistema.

La ceremonia, empañada por la desorganización y el mal manejo del evento, sirvió como escenario perfecto para que estallaran años de frustración acumulada por parte de la comunidad educativa, que considera que “El Chómpiras” ha llevado al COBAT a uno de sus peores momentos.

Las críticas no son nuevas. Varias voces del sector educativo han señalado que Alonso Trujillo llegó al cargo no por méritos académicos ni trayectoria profesional, sino por acuerdos políticos y compadrazgos. Su falta de liderazgo, comunicación y capacidad organizativa han sido tema recurrente entre docentes y padres de familia.

“Es lamentable que en lugar de celebrar a nuestros hijos, tengamos que estar aquí peleando por entrar”, reclamó una madre de familia. “Y luego tienen el descaro de traer a un director que ni siquiera da la cara”.

La comunidad educativa del COBAT exige una revisión a fondo de la gestión de Trujillo Domínguez, así como una reestructura urgente del sistema para evitar que más generaciones sufran por culpa de la incompetencia de quienes hoy lo dirigen.

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