La situación se volvió crítica cuando algunos manifestantes manipularon una pipa de gas y abrieron la válvula, ocasionando una fuga que obligó a desplegar protocolos de seguridad por el riesgo de explosión.
La falta de combustible en algunas unidades, patrullas con fallas mecánicas y turnos prolongados sin incentivos, fueron también parte de las quejas presentadas por los inconformes