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El grado de dependencia de Tlaxcala con respecto a las remesas que recibe de paisanos en Estados Unidos es considerado alto, es decir, que ese dinero es vital para el sostenimiento de miles de familias, pues no tienen otra fuente de ingresos u otras actividades económicas alternas no les son suficientes para subsistir.
Con 48.3 millones de dólares recibidos al primer trimestre del año, Tlaxcala es junto con Puebla, Guanajuato, San Luis Potosí, Durango, Colima y Chiapas, de las entidades con un nivel de dependencia alto respecto de las remesas; sin embargo, los que se encuentra en la escala de muy alto son Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Hidalgo, Zacatecas, Nayarit y Morelos. Estos últimos captaron en los primeros tres meses de 2013 entre 120 y 493 millones de dólares.
De acuerdo con el estudio “Situación Migración México” del servicio de estudios económicos del grupo bancario BBVA Bancomer, las remesas anuales que recibe la entidad representan el uno por ciento de las captadas a nivel nacional.
En los primeros meses del año las remesas hacia México han registrado disminuciones mes tras mes y acumulan en los primeros 5 meses del año una disminución de 10.3%. Hacia el segundo semestre el empleo de los migrantes mexicanos en Estados Unidos podría mejorar y además se espera una cierta apreciación del tipo de cambio, que ya se ha registrado en días recientes, por lo que habría cierta mejora.
Los migrantes mexicanos en Estados Unidos tienden a concentrarse en sectores intensivos en mano de obra como la construcción, las manufacturas, los servicios de alimentos y alojamiento, y el comercio.
En general, estos sectores tuvieron una gran expansión económica en los 90 y hasta antes de la crisis económica, lo que permitió una gran demanda de mano de obra migrante mexicana. Sin embargo, fueron de los sectores que mayor pérdida de empleo registraron tras la crisis económica (75 por ciento de los empleos perdidos en EEUU fueron en la construcción, las manufacturas y el comercio) y en general en los últimos años muestran escaso crecimiento económico y no han logrado recuperar todos los empleos perdidos. En tanto que sectores como la minería y los hidrocarburos, los servicios profesionales y administrativos, los servicios de educación, salud y asistencia social, son en donde mayor crecimiento en el empleo ha existido, y en la mayoría de ellos la participación de la mano de obra migrante mexicana es baja.
Así, la crisis económica generó una reconfiguración en el crecimiento sectorial económico y por tanto en la demanda laboral, con lo que la mano de obra migrante mexicana está siendo menos demandada.
Actualmente se observa una relación inversa entre el crecimiento económico por sectores y la concentración de los migrantes mexicanos en cada sector, cuando antes la relación era positiva; es decir antes tendían a estar, en general, en los sectores que más crecían, y ahora tienden a estar en los que menos crecen.