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Discurso pronunciado por el Dr. Víctor Job Paredes Cuahquentzi, Rector de la UAT, durante el Tercer Informe de Actividades 2013 - 2014.

En la actualidad, las instituciones educativas, en sus distintos niveles, han asumido como reto principal la implementación de una educación de alta calidad. A las instituciones de educación superior se nos ha encomendado la formación de hombres y mujeres, con capacidades y habilidades que les permitan ser operadores de las transformaciones requeridas, para asegurar el crecimiento sostenido de nuestro país.  La Universidad Autónoma de Tlaxcala ha asumido, con responsabilidad y probidad, dicha encomienda.

Por medio del presente informe de actividades, con el cual damos cumplimiento al Artículo 23 fracción IX de la Ley Orgánica y al Artículo 29 fracción X del Estatuto General de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, mostramos a la sociedad mexicana la labor que la UAT desarrolló al respecto, durante los doce meses anteriores.

Los resultados hasta hoy alcanzados son un reflejo del esfuerzo institucional y refrendan la calidad de los servicios educativos ofrecidos por esta Universidad, los cuales se sustentan en el Plan de Desarrollo Institucional 2011-2017 que, a su vez, recoge los lineamientos del Programa Sectorial de Educación, emanado del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018.

 

Conscientes estamos de la gran responsabilidad que tenemos de ofrecer alternativas de formación profesional congruentes con el contexto histórico en el que se desenvuelven los jóvenes egresados de la educación media superior. Sabemos de las expectativas que estos jóvenes comparten al incorporarse a nuestra Casa de Estudios, y respondemos a ellas formándolos como profesionistas que, además de desempeñarse eficazmente en sus respectivas áreas de especialidad, tienen la gran capacidad de generar conocimiento e innovar los procesos laborales y sociales en los que participan.

Por ello, la calidad y pertinencia de la educación que la UAT imparte, se sustenta no solo en la adquisición de competencias, sino también en el desarrollo integral y humanista de los individuos, promoviendo su real acercamiento a la cultura, las artes y el deporte, así como el fomento para interacciones sociales armoniosas basadas en el conocimiento, respeto y aceptación de la identidad de los otros.

De igual manera debemos destacar que la confianza en nuestra Institución se ha fortalecido aún más, debido a que cumplimos los compromisos que públicamente pactamos, para beneficio de nuestra comunidad universitaria.

 

Hace un año anunciamos que desarrollaríamos acciones contundentes en varios rubros y en favor del reconocimiento de nuestros académicos, estudiantes y sociedad tlaxcalteca. Por ello, nuestros profesores con grado de Doctor y Tiempo Completo fueron promovidos; invertimos significativos recursos en elevar la calidad, productividad e internacionalización de nuestros Cuerpos Académicos; todos nuestros estudiantes y sus familias se beneficiaron con el Programa de Reducción de Cuotas; se rediseñó nuestro portal electrónico para dar cumplimiento a los criterios de visibilidad institucional y, finalmente, se promovió a nivel internacional el reconocimiento a la identidad cultural e influencia histórica de la población tlaxcalteca, a través del Festival Cultural y Simposio Internacional “Migración e identidad: presencia de Tlaxcala en América”.

Resulta pertinente mencionar que a pesar de las dificultades económicas que la UAT ha debido sortear, el crecimiento institucional no ha sido frenado. Por un lado, el apoyo presupuestal de índole federal ha hecho posible el crecimiento sostenido de nuestra matrícula. La gestión de recursos alternos posibilitó la concreción de proyectos para el fortalecimiento a la investigación, la infraestructura educativa y el desarrollo cultural.

En este punto deseo reiterar que la aceptación de cada uno de los proyectos estratégicos de nuestra Universidad están basados no solo en nuestra probada calidad académica, sino también en el reconocimiento a nuestra genuina intensión de generar valores agregados a la sociedad que nos ha cobijado por más de treinta y siete años.

Es innegable que las transformaciones experimentadas al interior de la UAT nos han abierto nuevas y mejores oportunidades de crecimiento y han impulsado nuestra participación en el concierto mundial. Como consecuencia inherente a la colaboración interinstitucional, nuestra Universidad se ha hecho merecedora a varios y distinguidos reconocimientos en los ámbitos nacional e internacional. Organizaciones externas han dado cuenta de que el liderazgo participativo de los universitarios es una de nuestras mayores fortalezas y que nuestro trabajo en redes facilita el trayecto hacia la internacionalización.

 

Por otra parte, la universidad debe asumirse como verdadera promotora para el cambio de paradigmas de pensamiento, históricamente arraigados. Por ello, la universidad pública mexicana tiene la obligación de fomentar en su comunidad la innovación y la transformación, como alternativas de solución al creciente problema del desempleo y el consecuente subempleo de profesionistas altamente capacitados. A través de nuestro Modelo Humanista Integrador basado en Competencias, ya hemos dado pasos firmes al replantearnos de fondo el Qué, Cómo, y Para qué se enseña, aprende y evalúa.

 

 

La solvencia para dar cumplimiento a lo aquí expresado la tenemos; el capital humano de esta organización universitaria está constituido por profesionales de alto nivel y experticia en diversos campos del conocimiento, lo que garantiza la excelencia y calidad en el servicio.

En este mismo sentido, para ir en consonancia con las metas establecidas por el Plan Sectorial de Educación, adecuaremos el Modelo de Planeación Estratégica presente en esta Universidad, mismo que ha sido avalado por la certificación de la norma ISO 9001-2008 durante siete años consecutivos. Esta plataforma de organización ha sido sustento indiscutible en el logro de la acreditación de los programas educativos de licenciatura y del reconocimiento a nuestros posgrados de calidad.

En la Universidad Autónoma de Tlaxcala estamos convencidos de que la confianza en uno mismo y el trabajo colaborativo son virtudes complementarias. En consecuencia, y para asegurar una educación superior de calidad para un mayor número de jóvenes tlaxcaltecas y de la región, demandamos más y esperamos más de nosotros mismos, al tiempo que gobierno federal, universidad y sociedad trabajan conjuntamente en la generación de soluciones pertinentes.

 

Con el fin de lograr lo anterior, hago público mis compromisos para el año que corre:

 

  1. Antes de concluir este semestre calendario, entregaré la alberca olímpica techada, con calefacción y además espacio para gimnasio y sala de armas.
  2. Definiremos e implementaremos, de manera colegiada, procesos de

gestión orientados al desarrollo y fortalecimiento del emprendedor universitario; modelaremos propuestas efectivas de generación de autoempleo y creación de empresas, en todas las áreas disciplinares, para potenciar el desarrollo individual y de la comunidad.

  1. Los resultados hasta hoy alcanzados nos dan la confianza para que en breve nos incorporemos a dos selectas organizaciones que ponderan el permanente compromiso con la calidad de la educación superior: el Consorcio de Universidades Mexicanas (CUMEX) y la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL). Pertenecer a estas organizaciones responde al objetivo de colocar a nuestra Institución en espacios que procuran oportunidades de transformación y crecimiento integral para sus miembros.

 

  1. Presentaré al Honorable Consejo Universitario la propuesta de una nueva modalidad de beca institucional que posibilite no solo que más estudiantes se incorporen a este claustro, sino que también concluyan su educación formal. Tengo la confianza en que nuestro máximo órgano de gobierno, después de analizarla, actuará en consecuencia y consonancia con una de las demandas más sensibles de nuestra sociedad: el acceso equitativo a una educación de calidad. Asimismo, solicitaré el incremento del 100% de las becas institucionales existentes.
  2. Solicitaré a la Comisión de Presupuestos del Honorable Consejo Universitario el NO INCREMENTO a las colegiaturas para el próximo ciclo escolar.

 

  1. Seguiremos impulsando a los docentes que realizan investigación, con una bolsa de 10 millones de pesos, acatando nuevas reglas de operación.

 

  1. Debido a la exigencia social, y en cumplimiento a lo que marca la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, se creará la Coordinación Institucional de Información  y Transparencia; y

 

 

  1. Para estar acorde con las políticas públicas que emanan del Honorable Congreso del Estado, la Universidad Autónoma de Tlaxcala se suma y se compromete con la Iniciativa de Ley del Primer Empleo, absorbiendo el costo del 30% del salario, para aquellos universitarios egresados y titulados que se inserten a la vida laboral, en la iniciativa privada, y cumplan los requisitos estipulados.

 

Dice el adagio popular que lo barato puede resultar caro y, efectivamente, la ignorancia siempre resultará más costosa que la educación; una sociedad que tiene la oportunidad de formar y fortalecer a sus jóvenes en el conocimiento y en el espíritu, está abonando a una cuenta, cuyo capital fructificará jugosos dividendos al mediano y largo plazos.

El gran filósofo alemán Immanuel Kant sentenció: La educación constituye el mayor y más grave problema que puede ser planteado al hombre. Cuánta verdad hay en esta aseveración, porque la educación libera al individuo, le permite el desarrollo de sus potencialidades, lo deja en condición de enfrentar desafíos y de conocerse a sí mismo; la educación es forjadora de identidad, del pensamiento social y de valores.

La educación es el basamento más sólido que puede hacer prosperar a los pueblos. Sin esta perspectiva de futuro, solo se contribuye al atraso, a la pobreza intelectual y material, a hacer más grandes las brechas de desigualdad que tanto han marcado al país y a nuestro estado.

Por eso, desde la Universidad Autónoma de Tlaxcala nos hemos ocupado en enriquecer la tarea educativa y aportar nuestro esfuerzo y compromiso, para lograr que la educación que aquí se imparte, abra nuevas puertas de progreso para los estudiantes, para sus familias y para la entidad.

Sin embargo, en una reflexión aristotélica, no podemos hablar de progreso ni saber si avanzamos o retrocedemos, si nuestra escala de valores es relativa, es decir, si vamos como veletas, a la deriva del mejor viento, sin afianzar nuestro sendero en una ruta determinada que nos lleve a la consecución de objetivos.

De ahí la importancia que le hemos dado al trabajo planeado y colegiado que nos ha permitido alcanzar nuevos logros y trascender, gracias a la participación de los trabajadores administrativos y de imagen, gracias a los investigadores, docentes y directivos, pero, sobre todo, gracias a los estudiantes, quienes mejor reflejan el quehacer de la Universidad y son nuestra razón de ser.

Los teóricos de la posmodernidad consideran que estamos viviendo el tiempo de los jóvenes; ahora, dicen, “son ellos los que nos seducen”. Y ciertamente ―no me dejarán ustedes mentir―, hoy más que nunca en la historia de la humanidad, el impacto de su presencia en la vida de las sociedades es contundente, marcando nuevas tendencias y ofreciendo nuevos modelos de vida, de convivencia y de organización.

 

Por eso, en la Universidad Autónoma de Tlaxcala, el año 2014 será “el año de los jóvenes”, acercándoles los beneficios que ya anuncié y propiciando condiciones para su desarrollo integral, pues en sus manos está la ruptura que tanto anhela la sociedad, para dar ese gran salto que ubique a Tlaxcala en el concierto internacional, por su quehacer educativo y científico.

 

No debemos aplazar nuestra incursión global en temas en los que podemos ser un magnífico referente. Al igual que en la polis de la Grecia antigua, en la Universidad confluyen una serie de actores que han conjuntado intereses comunes para fortalecerla y contribuir a darle una identidad, constituida en un ethos que hace que la Autónoma de Tlaxcala sea lo que es.

 

 

Desde aquí expreso mi más amplio reconocimiento a nuestros docentes, quienes son la columna vertebral de nuestro quehacer y alientan con su acompañamiento la formación de miles de jóvenes. Estoy consciente de que todavía tenemos una deuda pendiente, pero tengan la certeza de que nuestro andar ha sido incesante, para lograr que haya mejores condiciones laborales para ustedes. Muy pronto les daré buenas noticias.

 

Este beneficio también alcanzará a nuestros compañeros de servicio e imagen, quienes complementan este gran equipo de trabajo, porque con su labor cotidiana contribuyen a mostrar el mejor perfil del claustro universitario.

 

Una de las fortalezas más notables de la Universidad es su estabilidad laboral y el clima de concordia que prevalece, privilegiando la actividad académica, haciendo más con menos y adaptándonos a las condiciones imperantes. En esta Casa de Estudios, todos somos generosos con el tiempo que aportamos para alcanzar las metas establecidas.

 

Aprovecho el momento para expresar mi amplio reconocimiento a los líderes sindicales del STUAT y del STEIESET, por esa gran capacidad de consenso y la altura de miras que han mostrado, para que la Universidad mantenga su funcionamiento de la manera más adecuada. Gracias por su solidaridad, pues han comprendido que la Universidad enfrenta una situación financiera que hace difícil su avance, pero no lo ha detenido ni un solo minuto.

Las instituciones se afianzan y trascienden gracias a la mano que las conduce, y en la UAT hemos tenido excelentes timoneles, que han aportado su talento y su experticia, para llevar a la Institución a mejores puertos. Gracias señores exrectores, porque en su tiempo y en su espacio generaron condiciones de futuro, para detonar el posicionamiento de la máxima Casa de Estudios de Tlaxcala. 

El alcance del quehacer universitario y los resultados obtenidos en materia de calidad son producto de una planeación estratégica y de un trabajo consensuado, que permitió establecer objetivos medibles. Por ello, la implantación de la cultura de la calidad es un proceso que beneficia a nuestros estudiantes y a su contexto inmediato, en una espiral ascendente que nos conduce a la mejora continua. Y esa tendencia se mantendrá firme en esta Institución.  

La Universidad ha sabido convertir sus debilidades en fortalezas y ha tenido la fortuna de establecer alianzas estratégicas, que le permiten seguir su curso de crecimiento. Es propicia esta ocasión para agradecer la mano amiga que hemos encontrado en el legislador federal Jorge Federico de la Vega Membrillo, presidente de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, quien ha mostrado la disponibilidad para apoyar a la Autónoma de Tlaxcala, con la gestoría de recursos extraordinarios. Le reitero mi gratitud.

 

Quiero expresar asimismo, mi más sincero agradecimiento a todos los universitarios que hoy están aquí presentes y a los que se quedaron en sus espacios para cumplir con sus quehaceres, A ustedes les digo: gracias a su compromiso y constancia podemos entregar hoy resultados altamente positivos. Gracias a ustedes por un año más de esfuerzo compartido. Me comprometo a mantener paso firme en el logro de metas cada vez más altas, promoviendo alianzas estratégicas que deriven en mayores y mejores beneficios para ustedes.

 

 

Una de las características de las sociedades democráticas es la tolerancia, valor supremo que lleva implícito el respeto por el otro y que es consustancial a la virtud del bien común, ese al que, como lo postulaba Platón, debe estar subordinado el individuo. Y el bien común más preciado para la sociedad, es el conocimiento.

 

El trabajo planeado no admite ocurrencias ni improvisaciones, la toma de decisiones debe ser certera y las acciones son las que hablan por los individuos. A lo largo de tres años, la Universidad ha esperado su turno en la agenda del gobierno local y seguiremos esperando, pero no de brazos cruzados, los resultados que hoy entregamos a la sociedad hablan de trabajo, de hechos concretos y del interés de este gran equipo de trabajo por cumplir con la misión que le ha sido conferida.

 

La educación de miles de jóvenes exige cambiar las condiciones del presente con el fin de brindar mejores ambientes para el servicio educativo y construir el futuro, del que emerjan nuevos horizontes de progreso para Tlaxcala.

 

En el seno de las sociedades democráticas, el saber escuchar permite el entendimiento y el respeto, por lo que escuchar es un principio de respeto. Los universitarios decimos sí al diálogo, al consenso y a la concordia, y exclamamos un NO categórico a la polarización, al pensamiento único y a la cerrazón.

Y así como Tlahuicole, el gran guerrero tlaxcalteca que se mantuvo fiel a sus ideales, prefirió morir antes que traicionar a su pueblo, los universitarios mantendremos nuestra fidelidad a los principios que rigen nuestro actuar y mantendremos la unión en nuestra comunidad.

 

Reitero, estamos preparados para las carreras de resistencia, nuestro entrenamiento ha sido constante y adecuado para las circunstancias actuales. Nada detiene nuestro andar, la Universidad seguirá creciendo e incursionando en los escenarios internacionales, para que nuestros estudiantes, investigadores y docentes tengan mejores condiciones de desarrollo profesional, para que la UAT hable por Tlaxcala, porque la Institución ha abonado en gran medida al prestigio y a la identidad del estado. 

La UAT, hoy está más firme que nunca en su misión, primando el bien común más preciado, y toda su comunidad camina en un solo objetivo: la educación de sus jóvenes.

 

La Universidad está lista para construir un mejor mañana. Un mañana que cobije a todos y cada uno de sus actores, ya que la Autónoma de Tlaxcala “Es tu casa por siempre”.

 

POR LA CULTURA A LA JUSTICIA SOCIAL 

 

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