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Un ácido coro de rechazo al proyecto turístico, lo obligan a cancelar acto.

Si no lo quiere la ciudadanía, no se harán obras a contrapelo: MGZ

Al grito de ¡no queremos obra!... ¡no queremos nada!..., menos de un centenar de  pobladores de San Miguel del Milagro interrumpen el discurso del gobernador del estado, Mariano González Zarur, cuando éste discurría sobre el proyecto turístico que comenzó a implementar en la comunidad, pero que fue interrumpido por el desacuerdo de los habitantes desde de hace más de un año.

Durante una visita que realizara el mandatario estatal a dicha comunidad, con la finalidad de presentar el Proyecto Turístico de la Zona de Cacaxtla y su Área de Influencia en San Miguel del Milagro, al tomar la palabra, González Zarur, recordó la ocasión en que tuvo que "aplicar la ley a los pobladores del lugar por el intento de linchamiento de un policía estatal", lo que desató la ira de una parte de los presentes, que de inmediato gritaron consignas contra el Ejecutivo.

Acompañado del alcalde de Nativitas, Cuauhtémoc Barranco y del presidente de Comunidad, Eleuterio Salazar, el mandatario hablaba de las bondades del plan para la transformación de una parte del pueblo que alberga el santuario, cuando algunas personas, en su mayoría mujeres, manifestaban su negativa a aceptar la justificación del jefe de Ejecutivo, orillándolo a levantar la voz, hasta que definitivamente interrumpió intervención.

"No es con gritos ni sombrerazos como se resuelven las cosas", aún con tono conciliador pero fastidiado, sentenció el gobernador.

POSICIONES ENCONTRADAS...
Otro tanto de pobladores (unos 30 O 40) presentes en la plaza pública de San Miguel del Milagro, para quienes se habían dispuestos sillas previamente bajo el portal por el equipo de logística del gobierno estatal, en reacción también gritaron a favor de la obra inconclusa, bajo el argumento de "progreso y desarrollo que traerá beneficios a todos los habitantes" del lugar.

"Yo no se la puedo inducir a la fuerza (la obra). No hay una inducción o una inyección que les pueda poner para realizar el proyecto...no hago obras a contrapelo, alcanzó a decir Mariano antes de que se encrisparan los ánimos entre vecinos.

Pero si el pueblo no lo quiere, pues los transferimos a otro  municipio, como ya lo hicimos el año pasado, que no pude permitir que se regresaran los recursos y se perdieran, por lo que me los llevé a Tlaxcala Chiautepan, Apizaco y Tlaxco.

Aunque les advirtió que sólo hay tres Ejecutivo, el presidente de la República, el Gobernador del estado y el presidente municipal y que, de no acatar el orden de gobierno, estarían trasgrediendo la Ley. "Y no puedo permitir que se falte a la ley... yo cumplo con la ley.

A pesar de que de que al iniciar su discurso de manera cordial pidió "una disculpa pública por la falta de comunicación de su gabinete con los habitantes", de ir con actitud "conciliadora y amistosa" y de ofrecer que ellos "serán quienes decidirán si se hace o no la obra", la mayoría de los presentes exaltados cuestionaron el arresto de pobladores durante el presunto intento de linchamiento.

"Pero como no le van pegar, si ahí están las fotografías, se hicieron las denuncias... si ustedes no tratan de matar a un policía, no pasa nada", espetó el mandatario a unas señoras que negaban haber agredido a elemento policíaco, durante una gresca entre el pueblo y el clero hace dos años.

YO SOY EL GOBERNADOR Y PUEDO IR DONDE SEA DEL ESTADO...
Ya un poco ríspidas las interpelaciones, dijo "Yo soy el gobernador del estado y puedo ir a todas lados", aclaró cuando escuchó al alguien decirle que se fuera del lugar, que no lo querían ahí.

Previamente, las palabras del presidente municipal, Cuauhtémoc Barranco, invitaron a la conciliación reconociendo "la vocación trabajadora de esta sociedad" e invitando a asimilar los beneficios de aceptar obras de progreso.

También el presidente de comunidad Eleuterio Salazar, declaró la apertura y disposición de la población para lograr un acuerdo referente a las obras del gobierno local, toda vez que aún con los malos entendidos, no existe una oposición determinante al desarrollo.

Pero ya todo estaba fuera de control; la cordialidad del evento se rompió:

"No fueron muchos votos", respondió Zarur a un ciudadano que le reclamó el crédito de su triunfo electoral.

Pues "si no lo quiere la ciudadanía, entonces en este momento entrego el parque como está y ya; el gobierno no aplicará recursos en San Miguel..." y concluyó al cerrar el estuche de su tablet. ."

Un rotundo "no" fue la respuesta del grueso de los asistentes.

Disimulando un gesto adusto, González Zarur aprovechó el instante:

"Yo agradezco su atención y con permiso me voy a comer una quesadilla con la señora con quien siempre me las como.

¡No queremos obra! ¡No queremos nada, no queremos nada! coreaba la parte inconforme.

Mientras, desesperados escoltas, aventaban sillas para abrirle paso al gobernador, pues los demás empleados gubernamentales creaban un cerco a la orilla del portal, al ver que la protesta de desbordaba hacia donde estaban los simpatizantes del proyecto turísticos encabezados por "Don Benito".

"Tranquilos", tuvo que decir el gobernador a sus colaboradores.

LATENTE DIVISIÓN...
En tanto, entre pobladores eferveció la discusión a unos pasos de donde se sentó a comer el gobernador, el alcalde y algunos vecinos del lugar, pues discutían el haber tomado partido, en medio de una batalla por videograbarse unos a otros.

El presidente de comunidad, Eleuterio Salazar, debió intervenir para pedir cordura y respeto mutuo, no sin el auxilio de dos agentes de seguridad comunal, por lo que abandonó al séquito que rondaba al gobernante, apaciguando el temperamento social.

Finalmente el grupo que protestaba se concentró en las instalaciones de la presidencia de comunidad para llevar álgida discusión por unificar un criterio para enfrentar la situación de la obra, donde recelosos con este reportero, no dieron información sobre su postura por la malograda visita de González Zarur.

En contraste, la mesa del gobernador degustaba torta de camarón y los demás tacos de canasta, al tiempo que desfilaban otros ciudadanos ante el primer mandatario para brindarle muestras de apoyo al proyecto turístico, que aseguró, "lo prometí en campaña", ya que "desde Tulio Hernández nadie ha hecho nada por San Miguel del Milagro.

Así, entre gritos de los menos, que repetían "Sí queremos obra", el gobernador se levantó, se despidió y se dispuso a conceder amablemente una breve entrevista de banqueta a quien esto escribe.

 

 

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