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  • Roberto Nava Briones
Actos vandálicos en Chiautempan sobrepasan a las autoridades estatales y municipales, no pudieron hacer nada

Al menos una patrulla quemada, cuatro más dañadas por haber sido apedreadas, ocho detenidos, una lesionada, un policía consignado, daños en por lo menos 10 parquímetros, destrucción de señalética, quema de propaganda de la feria, y un clima de inseguridad se vivió la noche del pasado viernes en las principales calles del municipio tras accidente provocado por un elemento de seguridad pública en pleno centro de la ciudad.

Luego del percance en el que ciudadanos pretendían hacer justicia por mano propia en contra del funcionario municipal, derivó en una serie de desmanes en las principales calles de la comuna la noche del viernes y parte de la madrugada del sábado, sin que fueran  sancionados los vándalos.

Y es que después de que los ánimos se habían enfriado, la detención y ser salvajemente golpeados un par de jóvenes en la esquina que hacen las calles Iturbide y Manuel Saldaña, prendieron de nuevo la mecha y se desbordó la violencia; “ya no había gente y ellos los agredieron”.

Ese fue el pretexto ideal, para que los inconformes principalmente jóvenes, hicieran de las suyas, luego de que fueron incitados a la violencia por algunos de los agitadores que se inmiscuyeron en el conflicto.

Al filo de las 22:30, las campanas de la parroquia de Santa Ana empezaron a repicar como llamada de alarma a la población, a la cual se incitaba para acudir al centro del municipio.

La llamada no se hizo esperar y de manera gradual fue arribando gente a la zona del conflicto.

Incluso un joven llegó con una mochila llena de piedras, mismas que usaron para apedrear a los policías que se encontraban en el lugar hasta obligarlos a retirarse de la calle Manuel Saldaña.

Tras lo anterior, los ahí reunidos fueron incitados para ir a la presidencia municipal para exigir la liberación de los dos detenidos, sin embargo, no hubo eco en su intentona y el grupo de por lo menos unos 300 pobladores se dividió.

Al grito de “partámosle la madre a los parquímetros”, provocó que los máquinas instaladas en la calle Iturbide sufrieran las consecuencias de la violencia reprimida que protagonizaron los jóvenes del municipio.
 
Hasta las señales que indican la presencia de la zona de parquímetros fueron arrancados salvajemente por “los inconformes” y con esa misma destruyeron inicialmente la máquina que está ubicada en un costado del Instituto Morelos.

Posteriormente, se envalentonaron y procedieron a seguir con los destrozos en todos los parquímetros de la calle Iturbide hasta llegar a la calle Hidalgo donde incendiaron uno de ellos.

Mientras. policías de varios municipios aledaños que acudieron al llamado de auxilio de sus pares de Chiautempan resguardaban los principales accesos a la presidencia municipal ya que había el amague de quemar la alcaldía por la forma errática de gobierno que ha emprendido Antonio Mendoza Romero.

Asimismo en las afueras del municipio un grupo de granaderos encabezados por Orlando May Zaragoza esperaron por más de una hora la orden para ingresar al municipio, a pesar que en varias calles los actos vandálicos se llevaban a cabo, sin que autoridad alguna pusiera orden.

Esa actitud fue aprovechada por los inconformes disfrazados e vándalos para hacer de las suyas y al ver frustrada su intentona regresaron en las inmediaciones de la parroquia de Santa Ana donde tras tomar las acciones siguientes continuaron con sus desmanes.

Minutos antes de la media noche, la calle Manuel Saldaña fue cerrada para el tránsito vehicular sin que nadie impidiera todo tipo de actos subversivos.

Ya para entonces, ingresó la policía estatal con un grupo de granaderos que arribaron en más de una veintena de unidades y se apostaron en las inmediaciones de la presidencia municipal.

Reportes de algunos pobladores precisaron que en comunidades del municipio sarapero se realizaba el repique de campanas en las principales iglesias, por lo que el ambiente se tornó incierto y provocó temor entre la población que salía de sus casas para saber de que se trataba.

Sin embargo, los actos vandálicos continuaron en las principales calles y los manifestantes quemaron publicidad de la feria que el Ayuntamiento, continuaron además arrancando señales y todo lo que encontraron a su paso.

Armados, con piedras, palos, y los mismos tubos que sostenían las señales fueron usadas como armas que jóvenes en aparente estado de ebriedad y algunos con evidente muestra de haber consumido drogas, traían consigo hasta martillos para causar los destrozos

Incluso los comunicadores que cubrimos el conflicto fuimos amenazados de no tomar fotos de los actos vandálicos que realizaron por varias calles de la ciudad.

Los inconformes usaron el frente de la capilla de “San Sebastián” como bunker y al filo de las 01:00 horas los desmanes no cejaron ya que en la calle Morelos destruyeron cuanto se encontraron a su paso los inconformes.
A pesar del clima de inseguridad, las autoridades municipales y estatales se vieron rebasadas y a pesar de haber flagrancia en los actos violentos no tomaron cartas en el asunto.

Es de hacer mención que al lugar del conflicto no acudió personal del Ayuntamiento ni de la Secretaría de Gobernación (SEGOB) para mediar el conflicto.

Hasta las 01:30 de la madrugada del sábado, continuaron los destrozos y la policía se limitó a ver los mismos, contrario a otros suceso en los que ha intervenido.

 

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