- Tlaxcala
Como un intento de empresario calificaron sus conocidos a Pedro Barba, quien pasó de ser una persona con deudas y grandes fracasos en los negocios que emprendía a ser el primer yerno del estado y tener solvencia económica para salda los pendientes que tenía antes de aprovechar su situación sentimental con la primogénita de quien prometió resarcir el tejido social y la caja de cristal.
Se sabe que la lavandería “Miztli” manejada por el primer yerno no dejaba ganancias importantes y sólo alcanzaba para aparentar una situación económica que nunca tuvo, ya que a pesar de ser descendiente de un gobernador, la precariedad siempre fue la constante en una familia que parecía contar con recursos pero en realidad no los tenían.
En el bajo ámbito empresarial se conoce que “Pedro le pego a lo grande, ahora si ya salió de deudas, ya chingó ese cabrón, sólo falta que estire la mano y tiene todo”, esto debido a que se reconoce que lejos de tener una capacidad para los negocios, ha sabido aprovechar su situación para explotar su juventud tal y como lo hace un “gigolo”.
Con el fracaso a cuestas el primer yerno vio una oportunidad con la hija del hacendado para que después haber estado a punto de contraer nupcias con un médico especialista, aprovechara la circunstancia y hacerse de la hija del mandamás a pesar de tener una relación con su entonces esposa.
Pedro Barba en su momento fue uno de los más fieles y serviles seguidores de Minerva Hernández Ramos a quien presumía como la próxima gobernadora, a quien se presume igualmente trato de seducir para ganar sus privilegios económicos y salir de la ruina que siempre pesó sobre una supuesta familia de abolengo.
Al haber logrado su cometido se tiene conocimiento que Pedro Barba ha regresado al mundo empresarial, ahora si con billetes en mano y dispuesto a dejar atrás los fracasos emprendidos a lo largo de más de una década en donde paso de ser taquero a criador de cerdos y lavar ropa ajena a ser el yerno de manchis.