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Pobladores de la comunidad de Ocotlán, solicitaron a las autoridades federales, estatales, municipales y de comunidad una investigación en un inmueble que permanece cerrado y en el cual despide olores fétidos, presumen que pueda ser comida en descomposición y hasta un eventual muerto.
Fue la tarde de este martes, cuando un grupo de ciudadanos que viven en las inmediaciones del inmueble que albergó a la “Organizaciones de la Sociedad Civil Constitución y Fortalecimiento Trabajo y Pasión por México” denunciaron públicamente que sus reclamos no han sido atendidos ya que los líquidos que son emanados en la vía pública son condicionantes de un foco de infección por los olores fétidos.
Este reportero fue testigo que del lugar referido emanan líquidos turbios con un olor desagradable lo cual ha provocado la presencia de moscas y no existe algún letrero que restrinja el paso o alerte sobre el evidente riesgo a la población.
Además se pudo observar desde la parte externa del inmueble, que al interior del mismo hay varias cajas que podrían tener perecederos u otro de tipo de insumos.
Los denunciantes, lamentaron que el presidente de comunidad haya desdeñado sus reclamos ya que en lugar de buscar una solución se ha dedicado a darle vueltas al asunto ya que la zona es de alta afluencia de menores de edad por haber varias escuelas en las inmediaciones.
Asimismo, cada fin de semana a la zona llegan cientos de feligreses al santuario de Ocotlán y pone en riesgo a los turistas ya que se estacionan sobre la calle Morelos y muchos de ellos aprovechan para ingerir alimentos a escasos metros de la riesgosa zona.
En consecuencia, solicitaron la intervención del alcalde capitalino Adolfo Escobar Jardínez, para que a través de su representación solicite a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) el seguimiento legal que lleva, ya que hace algunos meses en el inmueble fue encontrados alimentos en descomposición.
Tal situación provocó que ese domicilio fuera cerrado por las autoridades estatales, sin embargo, no se sabe que procedimiento lleva y de nueva cuenta los olores fétidos que se perciben en toda la cuadra de la calle Morelos que se encuentra en la parte trasera de la Basílica de Ocotlán.
Incluso, solicitaron la intervención de la Secretaría de Salud (SESA) para que la Coeprist realice una investigación en el inmueble ubicado sobre la referida calle Morelos No. 6 para verificar los compuestos de los líquidos que emanan del interior ya que han tenido que arrojar cloro de manera constante para evitar que en el lugar se vuelva un foco de infección.
Hubo además, quienes no descartaron que al interior de la casa que alberga a la asociación pudiera haber algún cadáver por el mal olor que despide al ambiente y que pudiera ser algún cuerpo que se encuentra en descomposición; “huele muy mal parece sangre…no sea que haya un muertito”.