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  • Roberto Nava Briones
Proselitismo es disfrazado de transparencia y rendición de cuentas.

Con la evidente finalidad de posicionarse político electoralmente con el aparente uso de recursos públicos, Presidentes Municipales, diputados locales y hasta síndicos, se pelean para ocupar los principales espacios en medios de comunicación bajo el argumento que realizan sus respectivos informes de labores.

Nada tendría de novedad si esos informes no fueran difundidos con imágenes, nombres y hasta slogans de los aspirantes a un nuevo cargo de elección popular.

En contraste en el año pasado ninguno de ellos le dio importancia la rendición de cuentas que por ley están obligados en presentar ya que no fue año electoral y no requerían de los reflectores de la opinión pública.

Por lo anterior, usan medios impresos, electrónicos y en redes sociales principalmente, donde supuestos beneficiarios agradecen a los políticos el trabajo que por Ley están obligados en realizar.

Se presume que al menos un par de senadoras Adriana Dávila y Lorena Cuellar habrían comprado publicidad y a la misma solo la asignaron a prestanombres que impulsara a ambas, para seguir vigentes ante la opinión pública.

Curiosamente aquellos que en antaño soslayaron informar, en la recta final del 2015 se hacen pasar como los más transparentes en el manejo de los recursos públicos, con la inminente finalidad de posicionarse ante el electorado.

A pesar de lo anterior, los diputados locales siguen jalando reflectores por los escándalos de corrupción en los que se han visto inmersos, al basificar a sus amigos, incondicionales y hasta familiares, auto asignarse bonos, salarios y un sinfín de canonjías que han  provocado sean exhibidos de sus abusos.

Pareciera que ni los líos de amores han mermado en sus aspiraciones ya que al menos la mitad de los integrantes de la LXI Legislatura buscará ser Presidente Municipal.

En una situación similar se encuentran varios alcaldes quienes después de no lograr un trabajo digno en sus alcaldías ya buscan la candidatura en sus respectivos partidos políticos para ser diputados.

Y en el caso de las síndicos por mencionar uno de los más sonados, es el caso de la capital del Estado donde la figura que en antaño era considerada la mano dura por ser el ente fiscalizador, hoy también es usada como trampolín para poder obtener un nuevo cargo de representación popular bajo el argumento que debe haber equidad en las candidaturas.

 

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