• Salud
  • Pedro Sierra
El especialista que fue despedido de la SESA no recibió el último pago de diciembre, aguinaldo ni otras prestaciones

La persecución política emprendida por la lideresa de la sección 27 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (Sntsa), Blanca Águila Lima y secundada por su “achichincle” que funge como titular de la Secretaría de Salud (SES René Lima Morales, habría sido la causa por la que fue removido el único neurocirujano de la dependencia en el estado, quién hasta el pasado 31 de diciembre se hacía cargo de los cinco hospitales generales y los cinco hospitales comunitarios que se ubican dentro de la entidad.

Fue por un descuento que se realizaba a su talón de pagos por parte del sindicato priísta, lo que llevó al especialista a acudir a esta agrupación comandada por Blanca Águila y al no encontrar respuesta, determinó unirse al Sindicato de Trabajadores del Sistema Nacional de Salud (Stsns), por lo que consideró que pudo haberse tratado de una venganza por parte de los priístas en contra de él por haber respaldado al de la 4T.

Esta acción que molestó a la regordeta lideresa sindical, sería la causa por la que el neurocirujano dejó de trabajar para la SESA el pasado 31 de diciembre, ya que no contaba con una base federal, homologación, regularización o formalización, por lo que fue fácil vulnerar sus derechos laborales al haber trabajado para la dependencia por dos años y seis meses.

Aunado al despido injustificado por parte de las autoridades de la moderna gobernanza, el único especialista en la materia, no recibió el pago de la segunda quincena del mes de diciembre, el aguinaldo correspondiente conforme a la ley ni alguna otra prestación, no obstante, el médico se reservó el derecho de proceder en contra de la dependencia por los abusos.

Al interior de las oficinas de la SESA, trascendió que fue la lideresa sindical que encolerizada por el éxodo que sufre su sindicato acusado de malas prácticas, quién habría pedido a las autoridades de Salud que el neurocirujano saliera de la dependencia, sin contar que esto afectaría a una familia que hoy se encuentra de luto sólo porque a alguien se le ocurrió prescindir de un especialista en neurocirugía.

El desprecio de la enfermera hacía los médicos especialistas, lo ha evidenciado en diferentes ocasiones en las que ha preferido apoyar plazas de administrativos que de galenos en los procesos de homologación, regularización y formalización, la razón es que un lugar de un especialista equivale al de cuatro burócratas o mejor dicho a cuatro votos para el PRI.

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