- Política
Durante su gira por Tlaxcala, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fue increpado por un periodista con mala fama y lo cuestionó sobre el viaje que hiciera recientemente a Nueva York la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar.
Ante su pregunta pueril, al presidente de México sólo le quedó sonreír e ignorarlo, y señalar que le gustaba mucho estar en Tlaxcala.
Y es que, si usted es reportero y tiene enfrente a la máxima autoridad del país, se supone que debe preguntar algo inteligente, habiendo temas de economía, geopolítica, ambientales, de identidad nacional, o derechos humanos entre cientos temas, este reportero prefirió gastar su cartucho en una pregunta insustancial.
No cabe duda que para ser periodista se tiene que tener un acervo cultural grande y variado, y sobre todo ética, cualidad que ese personaje no conoce.