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De acuerdo con información oficial, los ayuntamientos de Tlaxcala y Huamantla, presididos por los priístas Pedro Pérez Lira y Carlos Ixtlapale Gómez, respectivamente, son los que registran el mayor porcentaje de irregularidades financieras en su cuenta pública de 2012, pues el primero no logra comprobar más de 26 millones, mientras que el segundo no ha justificado 33.
Ambos tienen coincidencias en cuanto al pago de obra ejecutada y no pagada, préstamos entre programas que fueron a parar al gasto corriente y que no fueron reembolsados, gastos por comprobar y hasta los famosos bonos de compensación que en el caso de la capital alcanzó prácticamente los seis millones de pesos, siendo el más beneficiado el alcalde, síndico y regidores.
En el caso de Tlaxcala, de los 26 millones 223 mil 237 pesos que le fueron observados, al menos dos millones 146 mil 268 son de préstamos entre programas del Fondo de Recursos Propios que fueron destinados a otros rubros y nunca fueron reingresados.
Dentro de este mismo rubro, pero en el Fondo Estatal Participable, el ayuntamiento enfrenta un momento de cuatro millones 263 mil 219 pesos que fueron utilizados como gastos a comprobar y préstamos personales.
Una de las observaciones que más destacan en este informe, es que en 2012 el presidente municipal, el síndico y los regidores recibieron por compensación, ayuda de despensa, beca, bonos de productividad y el bono bimestral especial para el munícipe, cinco millones 723 mil 211 pesos, mientras que a los presidentes de comunidad apenas les otorgaron en conjunto 212 mil pesos en todo el año.
El ayuntamiento también pagó 275 mil pesos por la elaboración del Manual de Procedimientos Administrativos y Contables por la evaluación de los mismos, pero en una revisión realizada por el Órgano de Fiscalización Superior (OFS) pudo comprobarse que éstos fueron elaborados por el área de planeación y no por la empresa a la cual entregaron los pagos.
El municipio capitalino realizó un préstamo entre programas del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios (Fortamun) para el Fondo Estatal Participable por ocho millones 900 mil pesos, cuyos recursos no han sido reintegrados.
Una auditoría arrojó como resultado la existencia de nueve casos de nepotismo, debido a que se confirmó el parentesco de trabajadores con el presidente municipal, el segundo y séptimo regidor, así como con los presidentes de comunidad de Cuauhtelulpan, Atlahapa y el Director del Juzgado.
Huamantla enfrenta anomalías por 33 millones
En el caso de Huamantla, el gobierno de Carlos Ixtlapale Gómez, enfrenta irregularidades por 33 millones 59 mil 244 pesos, siendo la de responsabilidad de funcionarios por haber realizado préstamos entre programas federales y otros conceptos, el más grave fue el acumular 22 millones 52 mil 368 pesos.
El presidente municipal y ex diputado local priísta también incurrió en la asignación de bonos de compensación por un millón 908 mil 31 pesos, 645 mil 175 de recursos que no ha logrado justificar con documentación comprobatoria, así como 232 mil 128 por el pago de volumetría pagada y no ejecutada, lo que se conoce comúnmente como obras fantasma.
De hecho, en este rubro también hay señalamientos sobre conceptos de obra pagada y no ejecutada por un monto de 640 mil 356 pesos, 80 mil pesos en faltantes de bienes muebles, así como el pago de conceptos diferentes a los fines de los recursos o reglas de operación por seis millones 400 mil pesos.
Debido a que al ayuntamiento de Huamantla le heredaron un déficit por 78 millones de pesos, si se suman los 33 millones que no logra comprobar el alcalde, dicho déficit podría quedar en 111 millones.
Cabe destacar que como parte de las auditorías aplicadas por el OFS, este organismo detectó al menos 20 casos de parentesco entre funcionarios municipales y trabajadores, los cuales no han sido corregidos hasta el momento.