Una vez más quedó evidenciado que ante la negativa del edil por tomar cartas en el asunto, se presume que las extorsiones forman parte de la caja chica del edil.
A pesar de las múltiples denuncias de la ciudadanía y el aumento de hechos delictivos, la gestión del alcalde ha sido duramente criticada por no generar resultados tangibles en la mejora de la seguridad.
Los habitantes de Apetatitlán exigen una mayor rendición de cuentas y que el edil deje de embolsarse un salario ostentoso mientras los pobladores tienen que vivir al día y con un sinfín de carencias en todos los aspectos.
Mientras el discurso oficial habla de “reforzar la seguridad”, los hechos demuestran que el municipio se ha vuelto un blanco fácil para los ladrones, y la confianza ciudadana en la autoridad local sigue en caída libre.