• Salud
  • Luis Castillo
Los artífices buscan quedarse con las regularizaciones de los trabajos por contrato serían Ramírez Solano y Jaime Cisneros

Como parte de las acciones a seguir para quedarse con las regularizaciones de los trabajos de contrato, se prevén despidos masivos de la secretaría de Salud por parte de los principales impulsores de éstos que serían el jefe de departamento de Recursos Humanos,  Javier Ramírez Solano, quien se ostenta como el ex cuñado del gobernador, Mariano González Zarur y el jefe de Oficina de Contratación eventual, Jaime Cisneros.

La intención de ambos personajes ligados a la presunta contratación colectiva de cientos de trabajadores en circunstancias poco claras y sospechosas, es despedir de manera masiva a personal que lleva hasta siete años laborando dentro de la dependencia con el objetivo de que pierdan su antigüedad y a quienes ellos contrataron tenga el derecho a las regularizaciones en puerta que otorgará la federación.

Uno de los pasos a seguir con trabajadores con varios años de antigüedad es en primera instancia es quitarles su antigüedad mandándolos con contratos que serían poco claros y con inminentes violaciones a los derechos laborales para que se presenten en el Seguro Popular, en donde tendrían jornadas de trabajo más pesadas pero sobre todo sin ningún tipo de seguridad social y perdiendo los años laborados dentro de la SESA.

Debido a este entorno los trabajadores se habrían negado en primera instancia al cambio, más sin embargo con toda frivolidad les negaron el acceso al checador para que quienes no cumplieran con las órdenes del presunto par de orquestadores, fueran acusados posteriormente de no cumplir con su horario laboral, por lo que ante esta situación han accedido en su mayoría, alrededor de 30 personas a esta intimidación laboral que podría ser una clara violación a sus derechos humanos y laborales.

Esta situación se presenta a días de que el titular de la SESA pueda renunciar por problemas de salud, dejando nuevamente una dependencia minada que de acuerdos a trabajadores que pidieron el anonimato “ha dejado a los malandrines hacer lo que quieran, no tienen freno y son quienes se están privilegiando a pesar de no ser altos directivos, la violencia laboral y de nuestros derechos humanos la vivimos a diario Ramírez y Cisneros son un par de perversos y zánganos, pedimos que el gobernador haga algo porque a este secretario le faltan tamaños”, señalarían.

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