Testimonios señalan que Arciniega Reyes incurre en conductas inapropiadas dentro de los planteles, como fumar en áreas escolares y espacios verdes, a pesar de ser zonas destinadas a jóvenes estudiantes.
Los docentes fueron citados individualmente en las oficinas de la Dirección General, donde fueron sometidos a una serie de presiones y amenazas, semejantes a un proceso inquisitorio.
La medida, lejos de ser una estrategia organizativa, ha sido percibida como una forma de exclusión laboral que deja fuera a cientos de maestros con años de servicio.