Hizo un llamado a la calma y a la paciencia, señalando que la institución está comprometida con el bienestar académico y personal de todos sus estudiantes.
Los quejosos demandan que se ponga fin a los problemas que sostiene el sindicato, donde han privilegiado sus intereses personales más allá de las clases y de la actividad académica de los jóvenes.
La situación ha generado indignación entre los profesores, quienes exigen una pronta intervención de las autoridades del Estado para esclarecer el hecho y devolver las prestaciones sustraídas.
Se trata del mismo grupo de docentes que a través de amenazas y al no ver realizados sus caprichos y beneficios, han tomado esta medida para presionar a la autoridad educativa.
La medida, lejos de ser una estrategia organizativa, ha sido percibida como una forma de exclusión laboral que deja fuera a cientos de maestros con años de servicio.